Jessica Hernández

Jessica Hernández junto al equipo femenino junior y cadete.

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El futuro del tenis de mesa femenino es un aspecto que preocupa enormemente a la Real Federación Española de Tenis de Mesa. Crear un proyecto de futuro y sembrar las bases del posible relevo generacional es una prioridad, y en esa línea trabaja nuestro cuerpo técnico, que ya cuenta desde el SYOC con una nueva presencia femenina, la de Jessica Hernández. La palista catalana, formada en el Club Santa Coloma de Gramanet, tuvo unos modestos orígenes junto a su padre, que la inició en la práctica de nuestro deporte. Y no tardó mucho en alcanzar la élite, ya que a los 13 años ya militaba en Superdivisión, encadenando 20 temporadas en esta categoría, militando en clubes como Calella y Mataró.

Como deportista ha logrado 10 campeonatos de España individual, un Iberoamericano y unos cuartos de final de un Campeonato de Europa haciendo dobles mixtos junto a He Zhi Wen. Sin embargo, a sus 33 años, su senda deportiva va más encaminada a los banquillos, donde alterna sus labores técnicas en Calella con la supervisión del equipo nacional juvenil femenino, donde viene desarrollando una importante labor desde el pasado mes de mayo, cuando debutó en el Open Internacional de España en Platja d’Aro.  

Ahora todos sus  objetivos se centran en intentar cohesionar un grupo con el que poder trabajar, y fabricar así los pilares en los que sustentar el futuro. De ahí que la concentración previa al Europeo en el CAR de Madrid esté siendo muy positiva para analizar la situación actual de algunas jugadoras, aunque como bien reconoce Jessica “queda todavía mucho por hacer, y los técnicos que nos encargamos del grupo femenino estamos convencidos de que se pueden marcar grandes objetivos. Estamos dando los primeros pasos, pero lo primordial es que las jugadoras muestren ilusión y empeño en lo que hacen. Lo que tenemos actualmente no es suficiente, y esperamos poder ir contando cada vez con más medios para desarrollar proyectos que nos permitan crecer”.

En cuanto al Campeonato de Europa, Jessica prefiere ser cautelosa y asegura que “estoy enormemente ilusionada con la posibilidad de aportar algo a la selección. Ya he formado parte de todo esto como jugadora y ahora espero poder hacer un buen trabajo técnico. Sin embargo queda mucho camino por recorrer. El Europeo es muy importante, y todas vamos a dar lo máximo, pero hay que ir en todo momento con los pies en el suelo y siendo realistas, aunque sin renunciar a nada. Lo más importante para mí ahora es ir construyendo un grupo, ya no sólo con las jugadoras que están aquí concentradas, sino también contando con otras que aunque no están aquí también son importantes para que podamos crecer y tener una estructura estable. Estamos en la fase de aprender, y creo que las bases están en hacer concentraciones de este tipo y poder relacionar más a las jugadoras jóvenes con las de la absoluta. Ejemplo de ello es Galia, que ha estado esta semana entrenando con el grupo. Ese tipo de cosas hacen crecer a nuestras deportistas”.