Imagen de la Sala Social del Club Saint Medard Doulond de Nantes.

Después de poder conocer algunas de las cosas que a nuestros vecinos franceses les dan unos resultados excelentes, es el momento para ver cómo nos podemos aprovechar, cada uno de nosotros, de todo esta información.

II. SEREMOS LO QUE QUERAMOS SER

Todos sabemos que los medios que pueda tener una gran federación como la francesa, sus grandes clubes o un centro como el INSEP, no están a nuestro alcance a día de hoy. Pero hay muchas cosas que podemos hacer cada uno de nosotros, en nuestro ámbito, para aportar nuestro granito de arena. Seguramente es tan fácil como buena de voluntad y cambiar el chip. En Cataluña tenemos una frase que dice que “seremos lo que queramos ser”, y la esencia de esta frase creo que es muy interesante; podemos cambiar las cosas si, todos unidos y sin perder el tiempo en quejas o imaginar conspiraciones, nos ponemos a trabajar aceptando los cambios.

Los jugadores del CREPS de Nantes entrenan en tres clubes diferentes de la ciudad y que he podido conocer. Algunos días van a uno y otros a otro, dependiendo de la disponibilidad, con un chico que se encarga de llevarlos cada día con la furgoneta. Por lo que he podido ver y escuchar, los clubes franceses siguen todos la misma filosofía: En primer lugar saben que para tener éxito tienen que trabajar, admitir y cuidar a todos los públicos. En cada una de las salas que he estado, tenían un planning semanal de utilización del local. Discapacitados, grupo de BabyPing (niños de 4 o 5 años), grupo de jóvenes, empresarios y adultos, equipos nacionales, deporte femenino, grupo de jubilados, etc., tienen su sitio en cada club, y por eso mismo, un equipo de tamaño medio tiene por lo menos 150 o 200 fichas.

Un club dinámico puede ayudar a tejer una red social muy grande y formar una gran familia alrededor suyo, con todas las oportunidades que esto conlleva. Además, muchos clubs disponen en su local de una sala social, con nevera, sofá, televisión, internet, un pequeño bar y mesas, se organizan excursiones a campeonatos, hacen loterías, comidas, etc. Las paredes están llenas de recortes de prensa, ránquings o fotos, cuidando así la imagen de una sala que puedes encontrar fácilmente, ya que también se han preocupado de indicar y señalar bien por los alrededores.  Para un club que quiere crecer, es importante tener vida, aceptar que tenemos que abrirlo al mundo para hacer una gran familia donde todos los públicos tengan cabida. 

Una figura clave, para el buen funcionamiento de un club o federación son los entrenadores preocupados por su formación. Para todo entrenador es vital no dejar nunca de aprender todo lo que pueda del cuerpo y la mente humana, pedagogía y educación, de técnica, de preparación física o de la ciencia del entrenamiento. Pero no solamente hay que centrarnos en las materias específicas a nuestro deporte.  También cobra cada vez mayor importancia, por ejemplo, dominar las habilidades de la inteligencia emocional, como la empatía, el autocontrol de las emociones propias, la automotivación, las habilidades sociales y desarrollar un pensamiento crítico.

Pero un entrenador sin los jugadores, que son los verdaderos protagonistas, poco puede hacer. Los jóvenes deportistas que viven en Nantes lo tienen claro, y cada mañana, un poco antes de la siete, salen para realizar ejercicios de activación muscular durante unos 40 minutos, sin necesidad que el entrenador vaya a controlarles. Un día me levanté para "espiar" si era verdad que hacían esto que me decían, y realmente fue sorprendente ver a niños de 15 años corriendo a las 6.45 AM bajo la fina lluvia, de noche y sin que nadie les vigilara. Esto es pagar todo el precio que cuesta lograr grandes objetivos. Cada jugador tiene que invertir en su futuro, con dedicación, concentración y estilo de vida.

No solo los jugadores, sino todos tenemos que invertir si queremos mejorar y que en el futuro se nos retorne esta inversión y con intereses. Invertir de forma coherente con nuestras metas sin desperdiciar los medios de los que disponemos.

Pero seguramente, lo que más nos puede frenar es el "Nosotros y Ellos": por una parte están ellos, y por la otra, nosotros. A lo largo de la historia de la humanidad hemos visto como las personas nos hemos dividido en torno a unos símbolos, creencias o territorios. Es sorprendente lo mucho que nos puede llegar a limitar estas etiquetas mentales de "ellos y nosotros" que moldean nuestras vidas. Hay que empezar a tomarnos menos en serio los perjuicios, dudas o insolidaridad que tenemos entre la gente de los otros territorios, pensamientos, o diferentes estamentos. Todo esto nos limita para crecer, compartir conocimiento y experiencias y aprovechar oportunidades. Sería interesante siempre auto-preguntarse, y aquí me incluyo, si los motivos y las oportunidades que vamos a perder al tomar una decisión "impulsiva", basada en la separación y exclusión entre diferentes grupos, tiene un sentido real o inventado.

Tenemos que asumir de una vez por todas que la suma de todos unidos es más grande que la suma de cada uno de nosotros; los franceses lo tienen claro, ya desde la época de los Tres Mosqueteros, y van todos a una. Solo tenemos que mirar la historia de la humanidad y ver que, los grandes avances, han venido por el trabajo colectivo de toda la manada y haciendo las cosas distintas al "aquí siempre lo hemos hecho así". Es importante no pararse ni conformarse. Si estamos unidos, tenemos motivos de sobras para creer en un futuro mejor.


David Soler i Segura
Entrenador CAR Madrid
Coordinador PNTD y Discapacitados